【正文】
ue era ocupado para toda la sociedad. En las poes237。as de la antigua china, hab237。an muchas que alababan esta virtud femenina. En Cien a241。os de soledad, hab237。an mujeres de distintas caracter237。sticas. Pero siendo madre, 218。rsula Iguar225。n, Pilar Ternera, Santa Sof237。a de la Piedad y Fernanda de Carpio ten237。an una virtud en n, que es el amor materno.218。rsula Iguar225。nComo dijo el autor: 218。rsula Iguar225。n ha debido morir antes de la guerra civil, cuando se acercaba a los cien a241。os de edad. Pero descubr237。 que si se mor237。a, el libro se derrumbaba. Cuando muere, ya el libro tiene tanto vapor que no importa lo que ocurra despu233。s. El olor de la guayapa。 Plinio Apuleyo Mentoza。 1993, p54 Con esto, sabemos que 218。rsula es un personaje super importante. 218。rsula, la mujer ideal para Garc237。a, sin duda fue puesto en la posici243。n de eje de toda la novela. Como una madre, ella era trabajosa, bondadosa, sensata, s243。lida y deseinteresada. En los principios de la fundaci243。n de Macondo, gracias a ella, los pisos de tierra golpeada, los muros de barro sin escalar, los rsticos muebles de madera construidos por ellos mismos estaban siempre limpios, y los viejos arcones donde se guardaba la ropa exhalaban un tibio olor de albahaca. Su energ237。a dedicada incesantemente en las cosas dom233。sticas hizo la casa de la familia Buend237。a la m225。s limpia, m225。s grande y m225。s agradable. Rebeca, una ni241。a que no se conoc237。an sus padres ni se sab237。a su nacimiento. Pero 218。rsula la adopt243。 y la consideraba o su propia hija. Fue ella quien descubri243。 la p243。cema espec237。fica para el vicio de er tierra y cur243。 la enfermedad de Rebeca. Cuando Jos233。 Arcadio Buend237。a se sum237。a en los inventos llevados por los gitanos, 218。rsula estaba cuidando de sus ni241。os. Tratando a su primog233。nito, Jos233。 Arcadio, 218。rsula tom243。 una actitud natural de una madre. Cuando ella se dio cuenta de que 233。l se fue con los gitanos, le grit243。 ella a su marido, quien no hab237。a dado la menor se241。al de alarma ante la desaparici243。n Cien A241。os de Soledad 。 Gabriel Garc237。a M225。rquez。 1997, p34. A diferencia del padre, ella se fue a buscar su hijo perdido. Cuando regres243。 Jos233。 Arcadio, esta madre se qued243。 una fracci243。n de segundo con la boca abierta, lo mir243。 a los ojos, lanz243。 un grito y salt243。 a su cuello gritando y llorando de alegr237。a. Ella amaba a su hijo, pero no con amor ciego. Frente al incestuoso casamiento de Jos233。 Arcadio y Rebeca, lo consider243。 o una inconcebible falta de respeto. Ella estaba tan enfadada y decepcionada que para ella los dos recien casados hubieran muerto. En el caso de Aureliano Buend237。a, 218。rsula tambi233。n lo amaba con un amor ternuro pero sensato. Sobre todo durante la 233。poca de guerras. Cuando el coronel Aureliano fue condenado a la muerte y fue llevado a Macondo para ejecutar la condenaci243。n. 218。rsula intent243。 ver a su hijo en el c225。rcel. Antes de la detenci243。n de los centinelas, la madre dijo as237。: De todos modos voy a entrar. De manera que si tienen orden de disparar, empiecen de una vez. Cien A241。os de Soledad 。 Gabriel Garc237。a M225。rquez。 1997,p106 Ya que frente al posible muerte de su hijo, cualquier amenaza ser237。a insignificado. An as237。, la madre nunca perdi243。 justicia y juicio. En el caso del fusilamiento del general Jos233。 Raquel Moncada, 218。rsula opuso la decisi243。n del coronel Aureliano. Ella llev243。 a declarar a todas las madres de los oficiales revolucionarios que viv237。an en Macondo su reclamaci243。n. Ante el consejo de guerra, ella dijo no olviden que mientras Dios nos d233。 vida, nosotras seguiremos siendo madres, y por muy revolucionarios que sean tenemos derechos de bajarles los pantanlones y darles una cueriza a la primera falta de respeto. Cien A241。os de Soledad 。 Gabriel Garc237。a M225。rquez。 1997,p136 Ella no pod237。a hacer nada sino retar en la posici243。n de una madre frente a la decisi243。n de su hijo. En una semejante situaci243。n, que el coronel Aureliano decidi243。 fusilar al coronel Gerineldo M225。rquez arbitrariamente, 218。rsula levant243。 su voz de oposici243。n, y le indic243。 diciendo que tan pronto o viera el cad225。ver, se lo jur243。 que se hab237。a de sacar de donde se metaba y lo matar237。a con sus propias manos. Por este lado, podemos ver una madre con piedad, justicia y coraje.Amaranta Buend237。aJunto con 218。rsula, la mujer luchando incesante, anciosa por entrar a la vida y luego cambiarla, Amaranta quien tej237。a su mortaja solitariamente han sido testigos de la peripecia de la familia Buend237。a, tambi233。n de la historia de cien a241。os en que experiment243。 el pueblo Macondo la fundaci243。n, la prosperidad y la decadencia. 孤獨(dú)的歷史見(jiàn)證者阿瑪蘭塔形象分析。 隋丁丁;2011 Pero a diferencia de 218。rsula, quien era tan bondadosa, inteligente, trabajosa que casi fuera la mujer perfecta, Amaranta era solitaria, un poco desgracia y ten237。a el estiramiento interior de su abuela. A lo largo de su vida, viv237。a en el rencor contra Rebeca. Ella intent243。 impedir la boda entre Rebeca y Pietro Crespi utilizando cualquier m233。todo. Debido a su rabia, Remedios Moscote muri243。 envenenada por el caf233。 en que Amaranta hab237。a echado un chorro de l225。udano para Rebeca. Ella rechaz243。 a Pietra Crespi, cuando al final ese hombre se enamor243。 de ella. Y tambi233。n opt243。 el rechazamiento frente a la perseverante amor del coronel Gerineldo M225。rquez. Sin embargo, si dejamos a un lado sus car225。cteres de obstinada, serena y su rencor contra Rebeca que nunca logr243。 quitarse de su coraz243。n hasta la muerte, tambi233。n podemos intuir su ternura 237。ntima, y su precioso amor materno sobre los descendientes de Buend237。a. Durante su vida, pudo ver las cuatro generaciones de la familia Buend237。a incluida la suya. Desde Arcadio hasta Meme, ella se encarg243。 de la cuida de los ni241。os, aunque nunca pudo ser madre. Amaba al coronel Aureliano, a Pietro Crespi, a Gerineldo M225。rquez, a todos los ni241。os de la familia, pero nunca tuvo la valent237。a de enfrentar al amor.Santa Sof237。a de la PiedadSanta Sof237。a de la Piedad se traslat243。 a la casa de Buend237。a despu233。s del fusilamiento de su marido, Arcadio. Pero no hay mucha descripci243。n de ella h